Cómo creamos la propia cárcel

 

Con frecuencia oigo a las personas que se refieren a los acontecimientos que nos suceden como: «esto es una mierda», es insoportable, tiene que ser muy duro, o es muy difícil. Este tipo de calificaciones que atribuimos no son gratuitas, de hecho en ese momento tenemos dos problemas; el que teníamos inicialmente y el derivado de ese juicio; y cuando algo se clasifica como insoportable o imposible, ya se ha configurado un futuro como que va a ser muy sufriente y difícil de salir o superar; e incluso a la vez se pueden estar activando muchas experiencias similares donde esto pudo haber ocurrido.

 

Si nos damos cuenta y dejamos de hacerlo, nos quedaremos solamente ante aquello a resolver y además podremos abrirnos a opciones y posibilidades diferentes de las que antes concebíamos; pero en el momento que hacemos esa clasificación, o bien aceptamos la que otros hagan, ya estamos dentro de una prisión, que nos limita y angustia.

 

De hecho he oído comentar a personas cercanas que en las consultas psicológicas eran ayudadas a ver esas situaciones de forma diferente, con menor graduación cada vez, o ninguna, respecto a los calificativos de insoportable, insufrible, terrible, etc.

 

La intuición puede descargar las innumerables experiencias que podamos tener nuestras o de antepasados respecto a estas etiquetas que tienen un amplio abanico, que van desde lo costoso, complicado, dificultoso a lo imposible, irreversible, etc. y similares; aligerando enormemente la percepción acerca de como vivimos los acontecimientos y su resolución si se precisara.

Nos valoramos por lo que Somos o por lo que Tenemos

 

Si observamos la sociedad y el mundo, a las personas se nos valora por aquello que tenemos o poseemos; si tenemos un coche mejor, una profesión de prestigio, un nombre, o incluso si hemos desarrollado cierta destreza en artes o en meditación.

 

Se otorga un reconocimiento a las atribuciones, y con frecuencia, además, se hace en comparación u oposición con otros y requiere estar en una lucha casi continua por mantener o lograr más, para subir en un escalafón o estatus.

 

Y el problema es que nosotros nos juzgamos o valoramos a nosotros mismos de la misma manera, damos absoluta veracidad a esas clasificaciones, y nos las repetimos, aunque no sea conscientemente, y así cuando no lo obtenemos, puede surgir el no valgo, no soy merecedor, no puedo; o el temor a que deje de estar aquello que teníamos, en definitiva un sufrimiento agotador.

 

Y entre tanto nos olvidamos, dejamos de reconocer quién somos, de que dentro de todos nosotros habita algo más allá que anima este cuerpo y que siempre ha estado, está y estará independientemente de los logros circunstanciales.

 

No quiere decir que no obtengamos aquello que precisemos, pero sí que lo pongamos en su justo lugar.

Cómo la intuición te ayuda en la vida

 

𝟏. ¿Qué beneficios me aporta la intuición?

Mediante la intuición podemos eliminar las debilidades que impiden que 𝒆𝒔𝒕𝒆𝒎𝒐𝒔 𝒄𝒆𝒏𝒕𝒓𝒂𝒅𝒐𝒔 𝒆𝒏 𝒍𝒂 𝒗𝒊𝒅𝒂.

Una persona centrada (además de sufrir mucho menos), puede encontrar con más facilidad las respuestas y soluciones que precise ante las distintas situaciones o cambios que surjan, mientras que cuando está nerviosa o temerosa, aunque lo tenga delante, puede que no lo reconozca.

 

𝟐. ¿Puede la intuición ayudarme a resolver mis problemas?

Generalmente sí.

Si la persona sabe intuir se preguntará cuales son las causas principales que hacen que esté atravesando por esos problemas (de salud, forma física, relaciones, trabajos), de donde vienen. Y al ir dando con las respuestas y eliminar esas experiencias, traumas, karmas, emociones, etc. irá experimentando que ese malestar, preocupación, enfermedades, bloqueos, irán desapareciendo y produciéndose el cambio.

Conviene destacar, que este proceso 𝒏𝒐 𝒔𝒆 𝒉𝒂𝒄𝒆 pensándolo 𝒄𝒐𝒏 𝒍𝒂 𝒎𝒆𝒏𝒕𝒆, se hace sintiendo en el cuerpo, y reconociendo las causas debilitantes como una bajada energética.

En caso de la que persona no sepa cómo hacerlo, puede delegarlo en una persona profesional en el uso de la intuición. Ésta lo hará, sintiendo por la persona que se lo pide (que aún no ha aprendido a intuir) y el efecto es el mismo, pues una vez que se da con la respuesta y se pone claridad donde se quedó trauma, bloqueo, atasco, eso se desvanece, y la otra persona lo nota.

 

𝟑. ¿ 𝐏𝐮𝐞𝐝𝐨 𝐚𝐲𝐮𝐝𝐚𝐫 𝐚 𝐮𝐧 𝐬𝐞𝐫 𝐪𝐮𝐞𝐫𝐢𝐝𝐨 𝐚𝐮𝐧𝐪𝐮𝐞 𝐲𝐨 𝐧𝐨 𝐬𝐞𝐩𝐚 𝐢𝐧𝐭𝐮𝐢𝐫 ?

Sí, puedes encontrar una persona experta que puede detectar las causas de aquello que le está ocurriendo a ese ser querido, y al eliminarlas esa persona puede cambiar y mejorar.

 

𝟒. ¿ 𝐏𝐮𝐞𝐝𝐨 𝐚𝐩𝐫𝐞𝐧𝐝𝐞𝐫 𝐚 𝐢𝐧𝐭𝐮𝐢𝐫?

Sí; salvo que la persona se encuentre bajo efectos de drogas o sustancias fuertes, que le dificulten sentir, la persona que lo desee puede aprender.

 

𝟓. 𝐓𝐞𝐧𝐠𝐨 otras 𝐩𝐫𝐞𝐠𝐮𝐧𝐭𝐚𝐬, ¿ qué 𝐡𝐚𝐠𝐨 ?

No dudes en escribirme y te respondo encantado.